Ruta por el Cerro del Lomo

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La ruta propuesta transcurre cerca de casco urbano, por el suroeste, teniendo como protagonista el cerro del Lomo (conocido en el pueblo como el Alto Lomo). Para coronarlo debemos tomar desde el pueblo la carretera que se dirige a El Puente del Arzobispo y recorrer casi 2 km hasta llegar a su ladera que se eleva a nuestra izquierda. Aquí abandonamos el asfalto para iniciar el ascenso a pie hasta llegar al punto más alto, a unos 550 m. de altitud, para seguir por la cresta cuarcítica del cerro en dirección sur.

En cualquier punto podemos detenemos para contemplar el paisaje desde esta privilegiada atalaya natural: al norte, discurre el valle del Tajo con la sierra de Gredos al fondo; al oeste el río Huso, con su profundo y escarpado valle (a punto de desembocar en el padre Tajo), al sur los Montes de Toledo y al este, una bella vista del pueblo y su entorno.

Con ayuda de los prismáticos podremos identificar algunos pueblos del territorio y las ruinas de la Ciudad de Vascos, antiguo poblamiento árabe enclavado junto al río Huso, en un paisaje áspero y granítico de gran belleza.

ruta naturalezaEntre la vegetación natural del cerro destacan los gamones, retamas blancas, esparragueras de cambronera, dedaleras, cantuesos y sobre todo retamas negras o escobeñas que en la temprana primavera se engalanan de numerosas y llamativas flores amarillas.

Al final del paseo por la cumbre del cerro, descenderemos hasta un camino para seguirle en dirección suroeste junto al arroyo del Pozo Blanco hacia el río Huso, con el propósito de visitar un antiguo molino rodeado de cultivos y un sorprendente puente colgante utilizado antaño para cruzar el río más cómodamente. Aunque el puente está en estado total de abandono, aún hay quien se ha atrevido a cruzarle aprovechando su robusta construcción. Temeridades aparte, lo que sí merece la pena es recorrernos algún tramo del río que no dejará de cautivamos por su belleza.dehesaartic

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De regreso por el mismo camino contactamos con la carretera que se dirige hacia La Estrella para cruzarla y llegar hasta la Vía Verde de La Jara, el famoso trazado de ferrocarril que nunca llegó a concluirse. Caminamos durante un corto espacio por la vía para cruzar a la izquierda el arroyo del Pozo Blanco y la fuente de Las Veneruelas. A unos ochocientos metros de recorrido por la Vía Verde de la Jara conectamos con el camino de Las Posadas, que sale a la izquierda, para regresar por él al pueblo.

Entramos en un paisaje típico de grandes berrocales graníticos rodeados de vegetación mediterránea, de encinas, retamas, ruscos, torviscos y las omnipresentes esparragueras, de las que aquí podemos encontrar las dos variedades que crecen por estas tierras, la de espárragos más amargos o de cambronera y los trigueros, de sabor más dulce, ambos muy apreciados en la comarca. Entre las aves, abundan perdices, abejarucos y cogujadas y el conejo entre los mamíferos, como lo demuestran sus abundantes vivares.

La zona donde estamos situados se explotaba antiguamente como cantera, aquí los picapedreros, antiguo oficio hoy ya desaparecido, sacaron a mano las piedras que encontramos en la plaza de España y en parte de la iglesia. Sus huellas quedaron patentes en las grandes moles de granito tan bien trabajadas que aparecen en el lugar.

Seguimos por el camino dirección norte, directa al casco urbano, hasta empalmar con una carretera asfaltada que se dirige al vertedero municipal. Atravesamos unas dehesas de encinas y ya a punto de concluir la ruta, no dejaremos de detenernos en la Fuente Blanca, con aguas de alto contenido en cal que justifica su nombre (conocidas en la localidad como zarcas). Este lugar se utilizaba antaño como lavadero de cierta importancia conservándose en buen estado las setenta pilas de piedra que constituyen parte importante del patrimonio etnográfico de Aldeanueva de Barbarroya.

ESPÁRRAGO (Asparagus sp.)

La recolección de espárragos silvestres es una afición muy extendida por la comarca como actividad de tiempo libre o de interés comercial. En el entorno de Aldeanueva de Barbarroya podemos encontrar dos especies cuyos brotes o tallos jóvenes son muy apreciados y buscados sobre todo en la temprana primavera para su uso en cocina tradicional, consumidos en tortillas, sopas, ensaladas, etc. Al "Asparagus acutifolius" se le conoce vulgarmente como espárrago amarguero, con unos característicos filóclados o cladodios espinosos (tallos laminares que aparentan ser hojas pero sin las funciones de las mismas). Las verdaderas hojas están reducidas a escamas. La floración se produce entre abril y mayo; las flores son pequeñas y amarillentas, creciendo las masculinas y las femeninas en plantas diferentes (dioicas). Las flores hembras producen frutos o bayas verdes parecidos a guisantes, negros cuando maduran en otoño.

 esparraguera  esparrago

En el "Asparagus albus" los cladodios no son espinosos, pero sí sus verdaderas hojas, transformadas en recias y punzantes espinas. Los tallos adultos de esta planta son blancos, de ahí su nombre vulgar: esparraguera blanca. Popularmente también es conocido en la comarca como "espárrago de cambronera": Su distribución geográfica está más localizada en el interior de la comarca de La Jara.

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